Jazz

Me fascina desde siempre el pintor Edward Hooper, celebre sobre todo por sus retratos de la soledad en la vida estadounidense contemporanea. Hopper era un pintor con el ojo de un fotografo, sabía retener la memoria de la luz de los instantes fugaces y plasmarlo en un lienzo. Es el pintor del color, de las soledades, y del instante decisivo. Su influencia ha inspirado a fotógrafos como Stephen Shore o Joel Meyerowitz a desarrollar su obra. Esta fotografía surge de un instante en un túnel de Lisboa. Un instante para sentirme identificada con esa chica que tocaba jazz, un instante para teletransportarme a un cuadro de Hooper o a una escena de una película. No hay mayor aislamiento que vivir en medio de la gran ciudad olvidado por la multitud, asfixiado de penas y frustraciones a las que nadie presta la menor atención.



Otras  


Compartir


Denunciar fotografia con el administrador

Comentarios (0)


Sobre mí

Iniciar sesión
Registro